El uso obligatorio de la mascarilla en cualquier espacio público ha supuesto una barrera infranqueable para las personas con problemas de audición, quienes encuentran indispensable poder leer los labios para poder comunicarse.
Según un análisis realizado por investigadores del Imperial College de Londres, más de siete millones de personas en España tienen una discapacidad auditiva de distinto grado y nivel. Y de los recién nacidos cada año, cinco de cada mil presentan algún problema de audición, y uno de cada mil, sordera.
La llegada de la covid-19 trajo consigo el uso obligatorio de la mascarilla en cualquier espacio público. Esta medida ha supuesto una barrera infranqueable para las personas con problemas de audición, quienes encuentran indispensable poder leer los labios para poder comunicarse.
Actualmente, este colectivo ha visto mermadas de manera muy considerable todas sus posibilidades de comunicación con todas aquellas personas que no conocen la lengua de signos. Por tanto, acciones tan cotidianas como ir al supermercado o a la farmacia ahora mismo son para ellos prácticamente imposibles de realizar sin ayuda.
Según la ONCE, las consultas a los centros auditivos se han disparado tras el confinamiento. Las personas con problemas de audición han acudido en masa a estos centros buscando una solución que les permita comunicarse como lo hacían antes de la pandemia.
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