Ponemos en marcha por segundo año consecutivo las charlas sobre discapacidad auditiva, consecuencias psicosociales y mejora de la calidad de vida.
Están dirigidas a:
- Centros Educativos
- Universidades
- Profesionales
- Asociaciones
El objetivo es dar a conocer la discapacidad, qué consecuencias psicosociales nos acarrean y cuáles pueden ser las ayudas de las que disponemos para mejorar nuestra calidad de vida.
¿El motivo?
En Europa, cerca de 71 millones de personas adultas de 18 a 80 años tienen pérdida de audición de más de 25 DB, la definición de discapacidad auditiva reconocida por la Organización Mundial de la Salud, la OMS. En la Unión Europea únicamente, la cifra de personas con pérdida de audición supera los 55 millones.
Se sabe que la pérdida de audición sin tratar puede tener un efecto negativo tanto social como psicológico en las personas con discapacidad auditiva. Entre las consecuencias psicológicas más comunes se incluyen:
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Vergüenza, culpabilidad e ira
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Problemas de concentración
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Tristeza o depresión
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Preocupación y frustración
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Ansiedad y desconfianza
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Inseguridad
Todas estas situaciones se dan porque las personas con pérdida de audición no disponen de la información pertinente para poder afrontar mejor la situación y mejorar su calidad de vida y sus familiares y personas que les rodean tampoco tienen la información suficiente como para poder apoyarles. Conocer que hay más personas en la misma situación, que el estrés y la ansiedad se pueden reducir y que existen productos de apoyo para mejorar las situaciones generadas es fundamental así como saber cómo podemos cuidar nuestra audición y disponer de antemano la información necesaria para no llegar a las situaciones anteriormente citados.
Pero no sólo las personas con discapacidad auditiva tienen que disponer de esta información sino que las personas que estamos en la sociedad también necesitamos ser consciente de su existencia para poder ayudarles y entenderles de una forma más adecuada. Si esa información se ofrece desde edades tempranas es más fácil que no aparezca el aislamiento de las personas que sufren pérdida de audición porque ya dispondremos de personas sensibilizadas que van a crecer en un entorno conocido y que en determinadas entornos podrán ayudar a mejorar la calidad de vida.