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Pérdida de audición de nacimiento, 21 años usando audífonos. Desde hace dos años, lleva Implante en ambos oídos.
¨Durante 21 años he estado utilizando audífonos, y he de decir que el decidir ponerme dos implantes cocleares puede ser una de las mejores decisiones que he tomado.
Ha sido un cambio muy grande para mí, por supuesto que a mejor. En estos dos años he oído nuevos sonidos que no había oído anteriormente, por ejemplo, el piar de los pájaros, el ruido de las olas, la dirección de donde viene el sonido… Es cierto que al principio los sonidos son metálicos pero a medida que pasa el tiempo ese sonido metálico desaparece.¨
Antes de tener el IC, me apañaba únicamente con dos audífonos, con los cuales no entendía prácticamente nada a la hora de comunicarme con la gente, ya que para ello tenía que depender de la lectura labial y, dependiendo de la situación, de la lengua de signos.
A partir de cuando empecé a estar implantada mi vida mejoró de forma drástica, ya que, a nivel personal y social, cambió para bien mi vida.
Me parece mucho más cómodo el IC que el audífono, por el hecho de los restos que tengo, puesto que los restos que me quedan en el oído izquierdo, donde tengo el audífono, son mínimos y no logro identificar diferentes sonidos, por lo que lo tengo solo para no perder dichos restos.
No obstante, no todo es de color rosa, pues teniendo un IC, al menos en mi caso, me afectan el doble, el triple o más los ruidos, por lo que me provocan jaquecas muy fuertes. Al mismo tiempo, me pasé todo un verano trabajando con un logopeda para aprender a oír y a escuchar con el IC, pero todo ese esfuerzo ha merecido la pena.
Pese a todo ello, lo considero como mi medio vital, ya que me abre muchas puertas que antes no podía acceder a ellas.
Pérdida de audición progresiva, 12 años usando audífonos. Lleva 3 meses implantada del oído derecho.
¨Hasta los 12 años oí de forma natural, y coincido con los especialistas: la calidad de sonido que aporta el IC no es comparable, aún tiene que mejorar.
Aunque aún llevo poco tiempo con mi Implante, oigo muchos sonidos que no podía captar con los audífonos (pájaros, alarmas, grifos…) aunque muchas veces no se qué son, pero el proceso de adaptación al Implante es largo y aún tengo posibilidades de mejorar en este aspecto. De todas formas, ahora puedo entender algunas palabras de la televisión e incluso alguna frase cuando no estoy viendo a la persona que habla. La principal diferencia que noto además de captar más sonidos, es en los entornos con ruido: con un poco de esfuerzo y lectura labial puedo mantener una conversación en el metro, un bar, o una comida familiar, cosa que para mí ya era imposible con los audífonos.
Pienso que es muy importante hacer ver que aunque llevemos audífonos o Implante Coclear, nunca oiremos perfectamente, y debemos seguir peleando por conseguir las adaptaciones y recursos que necesitamos. Un implante no es una solución mágica, no sirve para todas las personas con pérdida de audición, y a quienes les sirva deben estar dispuestos a esforzarse y tener paciencia. Por ejemplo, yo los primeros días después de la activación no oía absolutamente nada, o mejor dicho: oía cascabeles; las voces, los sonido, ruidos… Todo sonaba exactamente igual y había que tener mucha paciencia para llevar un aparato que lo único que hace es molestar. Fue una apuesta a largo plazo.
Además en mi caso, solo le sacaba rendimiento a un audífono, y en unos años lo más seguro es que tampoco oiga con él. El implante será entonces mi único recurso, y debía tomar una decisión cuanto antes porque ya llevaba demasiados años sin oir y corría riesgo de no recuperar ciertos sonidos .
Lo fundamental es informarse muchísimo, hablar con personas con Implante y sin él, conocer todos los detalles y ver todos los puntos de vista antes de tomar una decisión. Cada uno debe valorar si es lo que necesita y lo que quiere, porque el proceso de rehabilitación y el esfuerzo personal son fundamentales y las circunstancias de cada uno son diferentes.¨
